Reforma de Clásica cocina blanca al estilo americano

Previo a la reforma, este espacio de la casa era un trastero. Todo hubo de ser acondicionado para su futuro uso como cocina, la cual, al derribar uno de los tabiques, ha quedado situada justo a la entrada del piso, sustituyendo así a un hipotético recibidor. Al principio se proyectó un estilo minimalista, con techo de pladur, pero, al descubrir las antiguas vigas del techo, a lo largo de las obras, se optó por aprovechar las hermosas formas que dibujan las bóvedas, por lo que se replanteó íntegramente la reforma, replanteamiento que culminó en un estilo más clásico.

Los clientes se decidieron, finalmente, por el estilo americano. Nos facilitaron una serie de fotografías con las que pudimos verificar que el estilo deseado necesitaba un nivel de elaboración muy alto y acurado, por lo que no pudimos recurrir a modelos estandarizados, y hubo que buscar soluciones originales.

Nuestro ebanista se encargó de hacer las puertas a medida, las cuales fueron construidas en una inteligente combinación de madera y aglomerado de fibras de densidad media (DM) hidrófugo para ambientes húmedos, y, la campana, a causa de la gran complejidad de sus formas, se tuvo que encargar a un fabricante de violines artesano.

Hubo de realizarse una reestructuración completa del espacio para que pudiera cumplir con sus nuevas funciones. Se hizo un apeo estructural, mediante la eliminación de una de las paredes, lo cual generó un práctico acceso entre la cocina y el comedor, y se realizaron las instalaciones necesarias para la conversión: agua, luz, desagües, etc., así como el sistema de extracción para la campana, todo ello en base a la fotografía aportada por nuestro cliente.

El resultado es una cocina totalmente equipada. Lavavajillas y frigorífico integrados y panelados, microondas integrado y horno Smeg, también integrado, todo ello exquisitamente integrado en el conjunto.

Para iluminar la estancia, se han utilizado cables decorativos vistos, marca Fontini, y unas lámparas Luzio, de soberbias líneas, que hacen la estancia más cálida y acogedora.

Tampoco podemos dejar de mencionar el precioso grifo, modelo Charlie, de la marca Nobili, el cual hace gala de unas sinuosas curvas en brillante cromado, reposando desde su base de bello mármol italiano, calcata de beta dorada, como las otras encimeras, seleccionado, en un marmolista, de entre otras muchas e interesantísimas piezas.

Con la intención de diferenciar, con claridad, cada una de las zonas de la cocina, se han utilizado tres patrones diferenciados de baldosa. En cuanto al suelo, se decidió instalar un parqué sueco, de color oscuro, de la prestigiosa casa Kährs.

Para acabar, hemos de destacar el lacado de los muebles, molduras, revestimientos y, en definitiva, toda la colección de exquisitos detalles, la luminosidad y transparencia aportadas por las vitrinas de los armarios, permitiendo a la luz expandirse desde su interior, invadiendo toda la estancia.